domingo, 10 de junio de 2012

Cap. 3// Ya lo entenderás

En cuanto lo oímos, salimos de casa y lo encontramos en la puerta de la finca con la mochila en la espalda y nos reunimos con él. Entramos en el bosque, pero no nos adentramos demasiado en él, aún que cuando por fin montamos las tiendas hemos dejado atrás hace rato los límites del bosque, nos hemos adentrado bastante en él, pero no tanto como lo hacíamos mi padre y yo. A la hora de montar las tiendas Alex y Gideon se hacen un lío, no han ido mucho de acampada, y las tenemos que montar Christian y yo, mi hermano y mi primo se alejan un poco y nos dejan solos, así que me apresuro a acabar rápido porque me siento incómoda por lo que ha pasado antes en el vestíbulo, todavía no he tenido tiempo de aclararme las ideas y de pensar en ello, montamos las tiendas sin apenas dirigirnos la palabra, cuando acabamos, estoy a punto de escabullirme cuando él me coge del brazo y me atrae hacia si.
     - ¿Se puede saber por qué no quieres hablar conmigo?- dice duramente, hace una pausa, y cuando vuelve a hablar se nota en su voz que esta dolido- ¿Que te he hecho yo para que me trates así? Primero me abrazas como si se fuera a acabar el mundo y ahora esto, no te entiendo Arielle.
     - Yo... lo siento, no se que me ha pasado esta mañana, simplemente...- no sabía como explicarle lo que había sentido al verle, y recordar ese momento me confunde, así que sacudo la cabeza para intentar despejarla-. No sé Christian, de verdad que no sé lo que siento, estoy confusa, muy confusa. Yo...- no se que decir y realmente estoy muy confundida. Sin saber por qué, las lágrimas acuden a mis ojos y me doy la vuelta bruscamente para que no las vea, pero reacciono demasiado tarde, ya las ha visto, se acerca más a mi y entonces, sin saber por qué, me fijo en que sus ojos no son tan verdes como yo pensaba, son mas bien azulados, como el mar, y me pierdo en ellos como si no existiera nada mas en el mundo.
    - Arielle, no hace falta que me contestes- me abraza y yo apoyo la cabeza en su hombro, las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas, pero él no se da cuenta y sigue hablando-. Yo lo que quiero es que estés bien, dime una cosa, ¿eres feliz?- intento contestar, pero la pregunta me pilla por sorpresa y no me salen las palabras, cuando intento hablar se me quiebra la voz por las lágrimas y él se da cuenta y se separa de mi para mirarme a la cara, cuando ve que estoy llorando me acaricia la sien y me susurra al oído cosas que no llego a oír y entonces él se acerca para besarme, pero yo me separo bruscamente de él, no estoy preparada para eso, intento decir algo, pero no puedo y salgo corriendo hacia el bosque.
     Llego a un lago cristalino, en el que no había estado antes, pero que me resulta familiar, he dejado de llorar, así que me lavo la cara en con el agua del lago. Cuando acabo me acerco a un árbol y apoyo mi espalda en él. Intento no pensar en lo que ha estado a punto de pasar, pero no lo consigo, estoy, si cabe, mucho mas confundida que antes, siempre había pensado en Christian como un buen amigo, quizá el mejor, pero nada más y ahora no sé que pensar, me ha costado horrores separarme de él y tampoco entiendo por qué lo he hecho, estoy demasiado confusa, así que me levanto intentando aclararme las ideas, pero no lo consigo y decido volver al campamento.
     Cuando llego ellos están preparando la cena, han encendido una hoguera y están asando la carne que llevábamos en las mochilas, no se han atrevido ha hacer lo que hicimos mi padre y yo, pero no importa realmente, estaba deseando con tanta fuerza este momento, que mientras estemos en el bosque me da lo mismo lo que hagamos.
     Me acerco a ellos y me siento al lado de mi hermano, no tiene pinta de que se haya enterado de lo que ha pasado entre Christian y yo mientras montábamos las tiendas, a juzgar por las conversaciones que he oído, estoy segura de que no le habría gustado, pero no sé por qué y necesito saberlo, pero no atrevo a preguntar, se supone que las conversaciones eran privadas y yo no debería haberlas escuchado, pero necesito saber a que se refería al decir que íbamos a sufrir si estábamos juntos, no puedo soportar la idea de que haya algo sobre mi del que no tengo noticia, sobretodo si es importante. Odio la sensación de que me ocultan algo y esa es justo la sensación que tengo ahora mismo, cuando se supone que tendría que ser feliz. Pero decido dejar de pensar en ello y divertirme.
     Están contando historias alrededor de la hoguera, como siempre. Pero yo no las escucho, no puedo evitar mirar a Christian, perderme en sus ojos azules, que están fijos en mí, admirar su pelo castaño mojado y revuelto, lo que todavía lo hace más guapo, va sin camiseta, por que hace calor; y la luz de la hoguera resalta sus músculos. Mirarle me hace sentir un montón de sentimientos contradictorios, así que dejo de hacerlo y atiendo a la historia que esta contando Gideon.
     - ... Luna salió de su casa en plena noche para buscar a Peter, no sabía lo que hacer, hacía horas que no le veía y estaba asustada, así que, a pesar de todas las veces que le habían advertido que no lo hiciera, se fue al bosque a buscarle, se suponía debía estar asustada, pero no lo estaba, en realidad, el sentimiento que la carcomía por dentro era la preocupación, estaba preocupada por Peter, ¿y si le había pasado algo?, ella estaba segura de que él sabía cuidarse solo, pero nadie le había visto en todo el día. Lo primero que pensó al adentrarse en el bosque fue que no parecía tan siniestro como le habían dicho, pero ella no vio...- esta historia ya la habían contado un millón de veces y me la sabía de memoria, así que dejé de atender y volví a mirar a Christian, él ya no me estaba mirando, pero tampoco tenía pinta de estar escuchando la historia, estaba mirando las estrellas y, conociéndole, seguramente estaría pensando en lo mucho que le gustaría vivir en ellas, me lo había dicho muchas veces, que él deseaba llevarme allí para que nadie nos hiciera daño, he sido una idiota y una inocente, siempre había creído que lo decía como amigo, ahora me doy cuenta de que lo decía porque estaba enamorado de mí, pero yo no estoy segura de si corresponderle, no quiero que sufra, aunque todavía no entiendo por qué, él va a sufrir estando conmigo. Él se vuelve para mirarme, como si hubiera sentido mi mirada y yo me vuelvo a perder en el azul de sus ojos, estoy así,perdida en su mirada, cuando aparece de repente un chica en el claro, no la conozco, pero es evidente que Christian sí, por qué pone cara de asco y deja de mirarme, la chica se acerca a él y le abraza, es un gesto simple, bien podría ser un familiar suyo o una amiga de toda la vida, pero me molesta y la rabia empieza a crecer dentro de mi. Estoy intentando calmarme cuando ella se acerca y le besa, ya no puedo aguantarlo mas y, temblando de rabia, salgo corriendo hacía el bosque y no paro hasta que llego al lago de antes, sin pensarlo, me tiro al agua,  siempre me ha  ayudado a calmarme y esta vez no es diferente, la rabia va desapareciendo poco a poco, pero deja paso al dolor, un dolor insoportable que no había sentido antes, he sido una estúpida, como he podido pensar que se había enamorado de mi, él es mayor, tiene 16 años, yo apenas tengo 13 y soy demasiado pequeña para él, como he podido pensar que me prefería a mi antes de cualquiera de esas chicas mayores y mucho mas guapas que yo. Sin poder  hacer nada para evitarlo, me echo a llorar y las lágrimas se mezclan con el agua del lago. Estoy tan concentrada en intentar parar de llorar que no me doy cuanta de que mi hermano me esta mirando en la orilla del lago.
Salgo del agua en silencio y él me abraza hasta que por fin consigo calmarme.
- ¿Cómo me has encontrado?- le pregunto.
- Siempre te ha gustado el agua, supuse que si había algún lago por aquí, sería allí donde estarías- me vuelve a abrazar y no le pregunto nada más. Mi hermano es el único que me conoce-. Estas empapada, anda quítate esa ropa, que vas a coger una pulmonía, te dejo mi camiseta- es cierto, no me había dado cuenta, pero ha empezado a hacer frío. Se quita la camiseta en un segundo y me la tiendo, pero yo tardo un poco más en quitarme la ropa mojada, cuando me quedo en ropa interior el me la vuelve a dar y yo me la pongo, me llega hasta las rodillas, que están temblado, gracias a Dios, lo atribuirá al frío no al dolor, que todavía no se ha ido. Me abraza y volvemos juntos al campamento, antes de que entremos en el claro, le paro.
- Gracias- es lo único que digo.
- ¿Por qué?
- Por no preguntar, luego te lo explico si quieres, pero ahora no puedo, duele demasiado.
- Tranquila Arielle, hace tiempo que sabía que esto pasaría, era inevitable.
- ¿Que quieres decir?- no entiendo nada ¿que quiere decir con eso?,él no podía saber que me enamoraría de su mejor amigo, porque es eso lo que ha pasado, tengo que admitirlo de una vez; me podría haber enamorado de cualquier otro.
- Nada, ya lo entenderás.

7 comentarios:

  1. Me encanta!!!
    Es maravilloso marina, solo espero que con el próximo capitulo tardes un poco menos, que la espera se hace muy larga!!
    Besos

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    1. Gracias, siento la espera, pero esque tenía muchos exámenes, no se si el siguiente estará muy pronto, se acercan las hogueras y no voy a tener mucho tiempo, lo siento
      besos

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    2. no pasa nada, esperaré :)

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  2. Esta geniaal!
    Espero que lo subas en cuanto tengass un huecoo o cuandoo terminess los exámeness
    En serio, escribess geniaal y tu historiaa es... perfectaa
    Suertee!

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  3. Me encanta!!! Tengo ganas de leerme el siguiente!! Pero ya!!!! jajajjaja
    Besos :)

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    1. intentaré escribirlo rápido, solo os puedo decir que en el siguiente capítulo empieza la acción
      besos :)

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  4. Es fantasticoo me encantaa, tengo unas ganas de leer el siguiente yaa!
    Besos

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